Alguien se nos fue,,, alguien a quien quizás no mucho caso hemos hecho, porque lo creíamos , fuerte valiente aun con mucho vigor, a pesar que atravesaban los años por sus cabellos blancos y una sonrisa de oreja a oreja inigualable.
Cuando lo supe, demoré en asimilarlo, es un raro sentimiento de sentir que es un sueño que se te vino a la mente y que no debemos de pensar que eso ocurrirá. Pero pasó. Qué puedo decir frente a esta situación, sino que debo de aceptar que es real, que es muy difícil de escuchar y hablar aquella noticia.
Tioy como le llamaba de cariño, me recibía con una sonrisa y con los ojos chinos de risa, ya que al sonreír se le escondía los ojos, y al darme un beso en la mejilla, juntaba sus labios en forma de piquito, y me daba un ósculo muy cariñoso. Eso extraño de él, pues hace varios días ya no lo veía, pregunte por él, y mi tiay ,su esposa, me decía que allí está, descansando en la casa.
Su pequeña figura, expresaba, sencillez, humildad, candidez e inocencia. Eso no lo negarían. Ese era mi tioy , tan callado pero con muchas cosas guardadas, como todo Huancavelicano.
Lo mejor es estar en el mejor lugar que es junto al señor pero tú te nos adelantaste, aun no sé cómo fue o qué pasó realmente, pero sé que con certeza, tu alma pequeña y de corazón grande esta allá arriba, corriendo como niño y cantando como un jilguerito alabanzas al señor.
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